Muchas veces hay circunstancias u obstáculos
que parecen inamovibles, gigantes que se levantan para no dejarnos avanzar o situaciones
que nos paralizan. Recuerdo cuando a los doce años me encontré con una de las
situaciones más difíciles de mi vida, mi
viejo falleció ¡¡¡paffffff!!!! Cachetazo tremendo…
Me encontré en una situación que para mí era
imposible de superar, inamovible!!! Estaba a punto de entrar al secundario, entrenaba
en un club, la vida me sonreía. Pero esto me dejo knock out!!! La situación me
supero tanto que quise abandonarlo todo, quise tirar la toalla, y dejar mi
futuro al azar...
Mi hermano lo noto, era
difícil ocultarlo en mi mirada, así que me llamo y se sentó a hablar conmigo,
me pregunto que me pasaba, y al contarle soltó esas palabras que te marcan…
"Tranquilo, todo va a estar bien, vamos a
salir adelante y vos no tienes que abandonar nada, tienes que ser fuerte,
valiente y juntos lo vamos a superar".
Solo eso me basto para no
aflojarle, para levantarme, seguir adelante y no abandonar. Hoy habiendo
conocido a Jesús puedo ver su amor, su fuerza detrás de esas palabras, detrás
de toda mi familia. Presente en esa situación aunque aún no lo conociera.
Él es el único que movió esa montaña, el único
que mueve lo inamovible para que alcancemos sus planes, por eso hoy quiero
animarte a que no le aflojes, a que no tires la toalla y te aferres a sus
promesas. Nuestras circunstancias no cambian su amor, Él siempre estará
dispuesto a ofrecernos su mano poderosa para seguir adelante.
No precisas nada más, aprende a escucharlo,
Él es tu fuerza, Él es quien pelea y para El no hay nada inamovible. Solo una
cosa nos pide, valentía y no para pelear, sino para confiar y avanzar. Yo te
aseguro que lo que este adelante se va a tener que correr al ver la sombra de
Dios rodeándote.
Me imagino a Moisés cuando vio el mar rojo, a
Josué cuando vio el río Jordán, a David cuando vio a Goliat o a María cuando
vio que la tumba de su hermano ya estaba cerrada. Según nuestra fuerza siempre
hay circunstancias y obstáculos inamovibles, pero Dios siempre es fiel y siempre
aparecerá para que podamos seguir adelante, solo es cuestión de confiar. Cuando
decidimos seguir adelante y creer, es simple, los mares y los ríos se abren,
los gigantes caen, la muerte retrocede.
Hay una frase que me impacto
mucho "las circunstancias no tienen que cambiar para que seamos
victoriosos, solo necesitamos un corazón lleno del Espíritu Santo para ser más
que vencedores". Los obstáculos no deben cambiar, sino que nuestra
confianza en Dios, nuestra relación diaria con su espíritu nos llevara siempre
a una victoria segura.
Josué 1:9 dice: “Mira que te mando que te
esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará
contigo en dondequiera que vayas".
Así de grande es su promesa,
no tengas miedo, simplemente avanza, no tires la toalla, hay un propósito, un
sueño y una generación por conquistar.
¿Qué te ha paralizado? ¿Que
detuvo tu carrera? ¿Cuál es ese gigante?
Levántate, porque tus
circunstancias no cambian su amor, la sombra del todopoderoso del incomparable
Dios de Israel esta cada día con vos.
"Y pelearán contra ti, pero no te
vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte".
Jeremías 1:19
Dios te bendiga!
By: Juan Humnicki
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