jueves, 16 de agosto de 2018

No soy un Camaleón



No soy un Camaleón

Hace unos días estaba viendo una pagina en Google que mencionaba las capacidades extraordinarias de los animales más raros del mundo y me detuve por un instante a leer un artículo que decía lo siguiente:” El camaleón utiliza esta estrategia de defensa para esconderse de sus depredadores, o sea, de los grandotes que se lo quieren desayunar.”
Revista Nature Communications

Nosotros vivimos en un mundo contrario. Nuestros amigos que no entienden nuestros gustos, nuestro lenguaje, nuestra forma de pensar y, para evitar que se burlen de nosotros, muchas veces hacemos lo que hace el camaleón: nos adaptamos al entorno social que nos rodea. ¿A quién no le ha pasado que se tiene que vestir, maquillar, hablar o ser como sus amigos solo para no ser rechazado?
El camaleón tiene que hacer esto cada vez que quiere librarse del peligro. O sea, si quiere vivir, tiene que camuflarse. Pero a nosotros, los hijos de Dios, se nos enseña a no ser como el resto, sino en ir en contra de la corriente. Incluso Dios nos dice que si somos objetos de burlas por ser sus hijos, debemos tomarlo como un sacrificio que hacemos por amor a Dios, y no como un calvario que tenemos que sufrir por “losers” o perdedores inadaptados.
Cuidado, no estoy diciendo que vivas como el blanco de las burlas, como un mártir del sagrado corazón inmaculado. Más bien te animo a permanecer firme en tu fe y tus convicciones, porque te aseguro que si aprendes a hacer lo que a Dios le agrada le pese a quien le pese (¡incluso, a pesar de ti mismo!), ganarás el respeto y la admiración de los demás… ¡Y tal vez hasta tus amigos no cristianos se acerquen a ti a pedirte consejo cuando estén confundidos! Puede que tu forma de hablar o mejor dicho tus acciones reflejen a Jesús en tu familia, colegio, facultad o trabajo.
Pablo dice en Romanos 12:2 (NVI): “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”
En ocasiones pensarás que lo que ofrece el mundo parece más divertido, es la moda, estoy en la onda o nose que es exactamente lo que cruza por nuestras cabezas, pero no pierdas algo eterno por algo momentáneo o instantáneo. Borremos esa mentira de que el evangelio es aburrido y por excusas nuestras nos vamos para el bando equivocado.
El mundo ofrece bailes, fiestas, matinées, alcohol, droga, “felicidad al máximo”. Pero lo que Dios da no se compara paz, identidad, dirección, pasos de riesgos, etc.
Ser diferente es difícil, pero no imposible. Pero dando pequeños pasos de obediencia, siendo honestos con Dios y con nosotros mismos, formando hábitos para nuestro bien, pronto te darás cuenta de que Dios te fortalece cuando te sientes solo, incomprendido, como que no encajas… créeme, lo viví en carne propia muchas veces y aunque otros me rechazaron (incluso mis mejores amigos), Jesús nunca me dejo solo ni se avergonzó de mí.
Atreverse a ser transformado en la mente (¡Que no es lo mismo que dejarse lavar el coco!) es una de las decisiones más radicales que tendrás que tomar en tu vida. Si lo haces te espera un buen futuro, aun cuando el presente te haga llorar de vez en cuando; pero el no hacerlo, te asegura llorar en el futuro, incluso cuando el presente te traiga algunas satisfacciones temporales. Mi razonamiento me indica que no es tan malo no “tener un lugar” en este mundo… ¡Sería peor no tenerlo en el cielo!
Tú, ¿Qué elijes? ¿Yo? Yo me dejaré transformar y permaneceré firme en el camino que me llevará a la vida eterna… Después de todo, ¡YO NO SOY CAMALEÓN!
By:Gaston Nuñez

No hay comentarios:

Publicar un comentario