“¿Cuál es tu
mayor miedo?”
me encanta hacer esa pregunta a gente que recién conozco. La
mayoría me responde “a las ratas”, “a las arañas” y todas esas cuestiones,
pero, gracias a Dios, hay personas que me responden abriendo su corazón. “Me da
miedo el nunca ser amado”. “Me da miedo la soledad, morirme solo, sin que nadie
me haya aceptado”. “Me da miedo terminar como mi familia”. “Me da miedo la
muerte”. Son algunas cosas que adolescentes y jóvenes responden. ¡Qué loco eh! Una
de las problemáticas más grandes en esta generación es la depresión, el temor,
el miedo. Muchos tienen miedo de mostrarse como son, que les gusta, cuales son
sus talentos y dones, quedándose con las ganas de ser ellos mismos. Se
encierran y ven al mundo desde un lente gris, del lado de lo imposible. Y la
triste realidad, que pasa mucho dentro de nuestras iglesias.
Yo a los 13, 14,
15 años era así. Tenía ganas de desaparecer, de no existir, de no vivir, tenía
miedo al qué dirán, miedo a lo que vendría, miedo de no ser amada y querida,
miedo a fracasar, a que mi vida sea una rutina. Miedo a hablar en público,
vergüenza de que me vean. Yo era la mala onda del grupo, la pesimista y la que
tiraba todo abajo. Posta, un cero a la
izquierda.
Cuando crecí, y
me avive jaja, comencé a meditar y reflexionar porqué fui miedosa durante
TAAAAANTO tiempo. ¿Por qué? ¿Eran miedos de verdad o me los inventaba porque
soy re melodramática? ¿Quería llamar la atención con los “nadie me entiende”?
¿Será que lo hice porque llorar y lamentarse es gratis? ¿Por qué SOY TAN
LLORONA? ¿Existe realmente el miedo? Y
en esta pregunta me quede pensando un rato.
¿EXISTE EL
MIEDO, O ME LO INVENTO YO? Obviamente, si me lo invento en la cabeza, existe.
Pero algo que se inventa, también se puede destruir.
El miedo lo
creas vos, el miedo esta en tu cabeza, el miedo al qué dirán solo lo pensas
vos. El miedo a hablar en público, el miedo a equivocarte y fracasar, existe…
pero dentro tuyo porque VOS sos el autor.
Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto
nuestra confianza en su amor. Dios es amor, y todos los que viven en amor viven
en Dios y Dios vive en ellos; y al vivir en Dios, nuestro amor crece hasta
hacerse perfecto. Por lo tanto, no tendremos temor en el día del juicio, sino
que podremos estar ante Dios con confianza, porque vivimos como vivió Jesús en
este mundo. En esa clase de amor no hay temor, porque el amor
perfecto expulsa todo temor.
Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra
que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios. 1 JUAN 4: 16-18
El perfecto amor
proviene, únicamente, de Dios. ¿Alguien podría amarte tan sinceramente como Él?
No creo. Él es perfecto en su amar. Y para comprobárnoslo no solo nos dio la
Biblia, sino que lo dio a conocer mediante estudios científicos.
Para, para…
¿POSTA? ¿LA CIENCIA? Si… Hay una rama de la ciencia que se llama Neuroteología,
y en criollo, estudia qué cambios se producen en el cerebro cuando se está
ejerciendo una actividad espiritual, por ejemplo orar o meditar. ¿Cómo afecta
entonces? Lo que pudieron comprobar es que cuando uno está orando se activa el
lóbulo frontal, responsable del pensamiento creativo y de la toma de
decisiones. ¡QUE GENIAL LOCO! Cuando estoy charlando con Dios, Él me da las
mejores soluciones, me da paz, me da las mejores ideas. Y eso no es lo único.
Hay unas hormonas, llamadas comúnmente, “hormonas del amor” que hacen que no
nos paralicemos frente al miedo. El miedo sigue estando, pero NO TENEMOS TEMOR
de enfrentarlo porque el amor es MUCHO MAS FUERTE.
Chicos, Jesús
tuvo victoria sobre tus pensamientos en la cruz. Solo falta que lo actives en
tu cabeza. ¡Él te ama más de lo que pensas, de una forma loca que los demás no
entienden, pero Él sigue insistiendo por vos y por mí!
SOLO EL PERFECTO AMOR HECHA FUERA EL TEMOR…
By: Camila Pichulman
No hay comentarios:
Publicar un comentario