CAMBIEMOS LA RUTINA
Hace un par de
semanas estaba hablando con una amiga y me acordaba que cuando era chiquita, mi
mama me pego un chirlo y le dije “Cuando sea grande no quiero ser una mamá como
vos.” Si… me dio otro chirlo por contestona caprichosa. Cuando era adolescente y
mi mama veía que me mensajeaba con mi noviecito de aquél tiempo, me sacaba el
celular a las 10pm… toda una tragedia para una adolescente jaja. Y volvía a
tener el mismo pensamiento que antes: “CUANDO SEA GRANDE NO VOY A SER UNA MAMA
COMO VOS.”
Hoy mirando
hacia atrás, agradezco tener a mi vieja. Sin sus chirlos, retos, límites y
disciplina, y sin su amor, su alegría, su sabiduría y paciencia, no tendría
principios tan marcados en mi vida. Aprendí acerca de los límites, sobre no
contestar y HOY entiendo muchas cosas. Si yo tuviese una hija como yo, también
me gustaría tener la forma de criar como mi mamá. Antes estaba parada del lado
de la nena caprichosa que quiere todo y que no valora nada (Siempre me retaban
con la frase “Camila, vos nunca valoras las cosas.” Pobre mis viejos!!! jaja).
Hoy entiendo la postura de padres que me aman, que quieren lo mejor para mí y
que para eso se necesita disciplina, obediencia, valorar, etc (MONTÓN DE
COSAS).
Esta semana
llamé a mi mamá y hablamos una banda. Le comentaba qué es lo que en este último
tiempo pensaba acerca de nuestra familia, los propósitos de Dios para ellos y
para mí, cuánto valoraba la forma de crianza, cuánto amaba la relación
matrimonial de mis viejos y nos acordábamos de anécdotas. Mi mamá empezó a llorar
(SI, RE SENSIBLE), pero de felicidad.
Muchas veces
suponemos que el otro sabe que es lo que pienso/siento acerca de el/ella. Pero
no es así. O si es así, nosotros, los humanos, nos olvidamos de cuánto nos
quieren. Necesitamos la mayoría de las veces un “te quiero”, “me caes muy bien,
sos genial”, “gracias por ser mi amigo/a.” Nosotros tenemos un tanque de
palabras de afirmación que necesitamos llenar. No dije palabras chamuyeras o
chupa medias con gustito a ego, sino palabras sinceras de gente que nos ama con
amor del bueno.
Ahora, ponete a
pensar en tu relación con Dios. ¿Cuán agradecido/a estás vos hacia Él? Este
Jueves de Parabólica, Dios me recordaba la importancia del ser agradecido HOY.
Ser agradecida con Él y ser agradecida con la gente que me ama, me quiere, se
preocupa de mí y desea ver a Dios en mi vida.
Comencé a
agradecerle. No hice mi lista escrita de fin de año, pero empecé a pensar en
todo lo que Dios ha hecho en estos tres meses del 2017. Solemos expresar
nuestro agradecimiento para fechas especiales, como en Navidad y Pascua. Pero
en lo cotidiano, ¿estamos agradeciendo a Jesús por TODAS las cosas que ha
hecho?
Den
gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en
Cristo Jesús.
1
Tesalonicenses 5:18
¿Te pusiste a pensar que HOY puede ser un buen
día para amar, agradecer, dejar algo en esta tierra? Hoy puede ser tu último
día… ¿Qué queres dejar? ¿Cuál serían tus palabras para las personas que amas?
¿Por qué estarías agradecido en tu vida? ¿Cuáles cosas valoras más de las
personas que te aman y siempre te apoyan?
Si te animas, tomate
un tiempo para agradecerle a Dios por TODO! Y también mandale un mensaje lleno
de agradecimiento a las personas por las cuales te sentís amado/a. Creeme, vas
a terminar el día con un MUY BUEN ANIMO
By: Camila Pichulman
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