jueves, 15 de agosto de 2019

FIESTA DE EGRESADOS

¿Te imaginas egresarte para siempre? Chau exámenes (los que estudiabas con tiempo y aquellos que chamuyabas hasta la fecha), trabajos prácticos combinado con exposiciones que eran interminables delante del profe. También esas veces que tenías que traer la carpeta de la materia y te confundías con otra que nada que ver. Ni hablar de las veces que trataste de inventar enfermedades o excusas frente al profe cuando llegabas tarde al aula. 
Ahora que ya tengo tu atención, quiero decirte que con JESUS nunca te gradúas, en la escuela de Dios  siempre vas a estar a prueba. Pero no es tan tan aburrido como parece, porque puedo estar seguro que lo que más recordás son esos minutos que escapabas corriendo al recreo, mateadas por el patio, charlas geniales con tus amigos, miles de anécdotas. ¿Viste? También es divertido.
Una vez que te volviste un aprendiz del mejor maestro de la historia siempre vas estar aprendiendo (suena obvio pero a veces se nos escapa)
Hay 3 cosas de las que jamás vamos a egresarnos.
1) Entrega total: ¿Enserio? Si, a medida que caminamos con Él y para Él, vamos viendo que Jesús nos lleva a depender cada vez más. Y cuando por fin pensamos que ya lo dimos todo, Él nos sigue desafiando a crecer un poquito más. En la historia cuando estaba Simón en la barca (Lucas 5) ya estaba cansadísimo, pero con obediencia y humildad lo hizo. Lo dio todo. ¿Qué cosas hoy Jesús está diciéndote?
2) Llevar personas conocer a Jesús y alcanzar a los necesitados: Nos tenemos que familiarizar con esto, Jesús marcó el estándar en esto. Sé vos, pero mientras vayas a todos lados, pregúntale a Jesús a quien quiere alcanzar o cómo Él quiere darse a conocer. No permitas volverte ciego cuando hay muchos ciegos que necesitan lo que vos vez.
3) Guardar nuestro testimonio: Jesús tenía fama por su integridad. ¿Vos también? Hoy podes ser esa persona que cuando los demás te miren puedan ver a Jesús a través tuyo. Se genuino e intencional con trabajar en vos mismo.
¿Tanta cosas no? Tranquilo, estamos en un proceso que dura toda la vida, pensá en estas tres cosas anteriores y proponte reforzar aquellas que están medias flojas.
Recordá esto: Mi trabajo no es hacer a otros como yo, mi trabajo es hacerme a mí más como Jesús.
Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.
FILIPENSES 1.6 (NTV)

By: Gastón Núñez

jueves, 4 de julio de 2019

TRANQUILO PIBE



Es increíble cómo nos culpamos cuando nos equivocamos. Es increíble saber que cuando fallamos a alguien a quién queremos mucho o lo tenemos en mucha estima, se produce una ruptura, se produce una separación. Es una mala situación cuando la persona a la que fallamos se enoja y ya no quiere nuestra amistad o compañía. Pero creo que es peor cuando uno cree que la otra persona está enojada con vos. Bueno, esa es la situación en la que nos encontramos muchas veces cuando fallamos a Dios. Las personas que aman a Dios y quieren hacer bien las cosas, se encuentran una y otra vez en esta situación. La Biblia es clara y en todo momento es explícita diciendo que el pecado es malo, y nos separa de Dios. Pero muchas veces ese es el problema, ver simplemente la falla, el pecado, el castigo, y olvidarse de la redención, del regalo, de lo que Jesús hizo por mí.

      Hay una frase que yo la use, y que he escuchado de muchas otras personas la que me llevó a buscar una respuesta, que dice “yo creo que Dios está enojado conmigo, nunca me perdonaría esto que hice”. Es esta frase la que ha matado y alejado a muchas personas de Dios, son estas palabras que han hecho que el plan de Dios se tergiverse, y ha mostrado a muchas personas un Dios vengador, un Dios que está esperando a que te equivoques para que te pueda culpar y lanzarte al lago de fuego, un Dios que está esperando a que lo falles para que pueda lanzar toda su ira contra tu vida. La realidad no es esa, leyendo en su Palabra, hay una verdad que la he leído muchas veces, pero dando otros significados, o apuntando a otras cosas, que dice “en el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” Juan 16:33 b. Y siempre vi este versículo pensando en la dificultades de la vida, en el dolor que este mundo puede dar, tales como la perdida de un ser querido, la pérdida de un amigo, los problemas cotidianos que trae la vida, etc. Lo cual no está mal aplicarlos a ellos también, pero en esta parte quiero apuntar a lo que veníamos hablando anteriormente. Si leemos un poco más atrás dice esto: “pero se acerca el tiempo- de hecho ya ha llegado- cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo yo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.” Juan 16:32 (NTV). Jesús ya anunció que los discípulos lo iban a dejar solo, a pesar de que los discípulos eran los más cercanos a Él. Pero no encerró a los discípulos solamente, sino que entramos nosotros también.

                Muchas veces prometemos a Dios que no vamos a volver a fallar, muchas veces decimos, “no voy a volver atrás”, pero es por eso que Jesús terminó la frase diciendo “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” En síntesis, lo que Jesús nos quiso decir fue “tranquilo pibe, yo sé que me vas a fallar, yo sé que en la primera te vas a salir corriendo sin mirar atrás, sin pensar en mí, pero para cuando estés lo suficientemente maduro vas a volver a mí, vas a entender, de que ya no hay nada que temer, porque yo gané al mundo”. Sus discípulos lo entendieron una vez que Jesús resucitó, porque antes, todos salieron corriendo, volviendo a lo que hacían antes.


                Vuelve a Dios todas las veces que sea necesario, Él sabía que lo ibas a fallar, y aún Él sabe que lo vas a fallar, pero aun así te da otra oportunidad. Tranquilo pibe.

By: Edgar Portillo

jueves, 27 de junio de 2019

INFLUENCER



Estos días se volvió muy común esta palabra. Influencers en youtube, Instagram, en toda red social que te encuentres. El peso que tienen sus comentarios, sus consejos. Seguro ya se te vino uno a la cabeza o varios.
Esos que pasas horas viendo sus videos o posteos, que te pones la alarma del celu para no perderse el último video subido, porque obvio no te querés perder de nada. Los videos reacción, los challenges. Vivimos dependientes de ellos. 
¿Sabías que Jesús era un influencer de su época? Él te tiraba los challenges más flasheros del momento: multiplicar comida, caminar sobre el agua, resucitar un muerto, sanar enfermedades imposibles. Sus seguidores (los discípulos) lo acompañaban en cada cosa que hacia y eran influenciados por él. 
Si hubiese existido Youtube en esa época, el momento que resucitó a Lázaro o multiplicó la comida, se hubiera vuelto viral y con millones de suscriptores. 
Pero todo influencer tiene sus haters, los fariseos. Esos que le hacían la vida imposible a Jesús. Que siempre buscaban algo para discutirle o para criticarlo. En marcos 2, dice que muchos recaudadores de impuestos y pecadores se sentaron con él y sus discípulos. Las personas querían escuchar lo que Jesús tenía para decir. Los fariseos sin entender porque se juntaban con ellos, ya que eran “mala gente, personas raras”, le preguntaron a sus discípulos. Y ahí Jesús les tira la posta: “No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores”. 
Jesús era una persona tan sociable, amaba compartir tiempo con las personas. No le importaba contagiarse del leproso, ni lo que le iban a decir por hablarle a una “chica fácil”, no le importaba estar con el que lo llamaban “ladrón”, sino que él veía que esas personas tomaron malas decisiones y necesitaban a Dios en sus vidas. Pero, ¿Cómo iban a conocer a Dios si nunca nadie se los había presentado?
Con Jesús nace una nueva manera de entender la relación del hombre con Dios. Donde lo cotidiano, se vuelve un espacio perfecto para encontrarse con Dios.
Jesús era un influencer de su época y lo sigue siendo hoy. Las personas querían estar con él, no solo por los milagros y las cosas grosas que hacían, sino por quién era él era. Se sentían importantes y valoradas al estar cerca suyo, no se sentían criticados sino amados. El ambiente cambiaba cuando Jesús llegaba a un lugar. El tiempo pasaba volando. Jesús nunca se quedó con un grupo exclusivo ni hizo la suya con los discípulos. Él siempre sumaba a otros.
Influenciá desde tu lugar, imitalo a Jesús asi como lo haces con los youtubers o instagrammers que seguís, juntate con ese que nadie se acerca, preguntale como está, preocupate por aquellos que para otros son “invisibles”. Mostrá el amor de Dios en los lugares más cotidianos.


jueves, 13 de junio de 2019

PASAME LA BOTELLA



Juan 4:10:  Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua —contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida.
En Juan 4 encontramos el relato del encuentro entre Jesús y una mujer de la región de Samaria. Jesús salía de una provincia llamada Judea con el objetivo de ir a otra llamada Galilea. Para poder llegar a destino, tenía dos opciones: pasar por Samaria o no. Tenía sus razones para no pasar por aquel lugar; la más importante, porque “judíos” (el pueblo étnico de Jesús) y “samaritanos” no se llevaban entre si. Las diferencias entre estos grupos fueron tan marcadas que era MUY poco frecuente que dialoguen sobre cualquier tema entre ellos. Sin embargo, como dice la Biblia, Jesús tenía que pasar por Samaria. Por eso, tomó el camino que atravesaba esas tierras y, cerca del mediodía, la hora de más calor (¡aclaremos que la región es desértica y la temperatura ronda en unos 40°) llega a un “pozo” (en aquellos tiempos, las personas no conocían el sistema de agua que tenemos nosotros. Ellos se abastecían de agua desde los “pozos”. Las mujeres eran las que generalmente iban por agua y lo hacían bien temprano, antes del calor sofocante del mediodía).
Una vez allí, Jesús se encuentra con la “mujer samaritana”. En primer lugar, Jesús comienza una conversación con ella, lo que era culturalmente MAL VISTO en la época. Por eso la mujer se sorprende de que un hombre, encima judío, se acercase a hablar con ella. Como Jesús venia de una larga caminata y tenía sed, le pide agua a ella, quien en un principio se sorprende del pedido y podemos decir, se niega.
Comienza una conversación interesantísima entre los dos. Jesús le ofrece algo que sólo Él tiene, “agua viva”. Asegura que tomando de esta agua “no volverá a tener sed jamás”. ¿A que pensas que se refiere con eso del agua y no volver a tener sed? Te doy una ayuda: no está hablando literalmente ya que se refiere a la “sed del alma”. ¿Habías escuchado este término alguna vez? Un teólogo contemporáneo dice que “todos tenemos un agujero en el pecho del tamaño de Dios”. ¿Si Dios es infinito, cuán grande es el agujero? Es infinito también. Esto significa que en nuestro interior hay un HAMBRE, una SED, una NECESIDAD de “algo más” que sólo la sacia Jesús. Obviamente no va a bajar del cielo y nos va a dar una botella de agua marca “celestial” jaja. Hace referencia a que cuando lo aceptamos en nuestra vida y comenzamos una relación diaria con Él, Jesus comienza a llenarnos poco a poco, hasta el punto de sentirnos plenos, saciados, satisfechos, como si no necesitásemos nada más en el mundo que a Jesús. Esto no significa que algún día lo dejemos de necesitar, sino que, mientras vivamos en esa relación, siempre habrá espacio para más y más de Él.
¿Vos vivís así? ¿O todavía seguís buscando “eso que te llene”?
La mujer de la historia busco y busco lo haga sentir plena en relaciones amorosas (podes terminar de leer la historia y vas a entender mejor) pero no lo encontró hasta que apareció Jesús en su vida.  
Vos, ¿en qué lugares buscar llenarte?
Desafío del día: te animo a que puedas ser muy honesto con vos y reconozcas que cosas estás haciendo para poder sentirte “un poco más lleno”. No se si son amigos, una relación amorosa, alguna adicción (alcohol, pornografía, marihuana, videos juegos etc.). Luego podes anotarlas en un papel, orar reconociendo que Jesus es el único que puede llenarte y pedirle que lo haga.

Oración: Jesus, entiendo que vos sos todo lo que necesita mi corazón. Vos sos el que me completa y con vos dejo de buscar. Vos me sacas del vacio. Por eso, te pido que en este momento me llenes de vos. Sacia mi sed y ayúdame a entender mas y más lo indispensable que sos para mi. Amen.
BY MISY NUÑES
PD:
A continuación, te dejo el siguiente link para que puedas ver la historia explicada con algunos detalles e imágenes copadas: https://www.youtube.com/watch?v=mhgSoApOrZA.  
Por otro lado, te dejo otro link de una canción super linda que tiene relación con el tema que abarcamos: https://www.youtube.com/watch?v=a9A9qhHp4Zc.

jueves, 6 de junio de 2019

AFLOJALE A LA FLOJERA


La semana pasada estaba esperando el bondi con un amigo para irnos a la facultad, ya estaba por ser la hora en que siempre pasa el colectivo, pero esta vez no, esta vez venia un poco atrasado.  Asique agarramos los celulares y nos apoyamos contra una pared lejos de la parada, pasan 5 minutos y vemos que el bondi se asoma cuadras antes. Nos acercamos a la parada pero yo sigo mirando mi celular esperando a que mi amigo haga la seña para que el colectivo frene y podamos subir. En eso levanto la mirada y veo que el bondi pasa de largo, miro hacia la derecha y veo que él también estaba mirando su celular. Nos miramos y nos entramos a matar de risa, porque ninguno de los dos lo paro, confiado a que el otro lo haría.
Trate de reflexionar con esta situación y pude notar que muchas veces somos así, esperamos a que los demás hagan las cosas por nosotros. Tal vez son cosas sencillas, como la de frenar un bondi, pero al ser tan fácil dejamos a que otro lo haga en lugar de nosotros. Muchas veces por estar cansado, por “fiaca” o flojera mandamos a nuestros hermanos menores para que atiendan el teléfono, o si sos el menor esperas a que tu hermano mayor o alguno de tus papas te lleve en el auto. ¡Momentos de flojera!
Nos pasa que muchas veces tratamos de cumplir los objetivos con el menor esfuerzo, nos conformamos con cumplir objetivos grandes pero no dando lo mejor podríamos dar.
Dios nos habla todo lo contrario en Josué 1:9
¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas».
El mismo Dios nos desafía a esforzarnos, nos desafía a tener iniciativa. ¿Qué es la iniciativa? Es no esperar a que otro lo haga por mí, si no comenzar a trabajar sin que nadie me lo diga.
Hoy en día las personas con iniciativas son aquellas que tienden a ser más emprendedoras, soñadoras, son aquellas que no se conforman con poco si no que van por más, que no se rinden, no bajan los brazos tan fácilmente.

El desafío es: que puedas esforzarte en todo lo que hagas y que tengas la iniciativa de hablarle a un compañero, amigo y familiar acerca de Jesús. Busca una palabra específica y mándaselo por whatsapp o alguna red social. Y mándanos un testimonio de lo que paso.

jueves, 30 de mayo de 2019

“Más que un amigo, mi bro”



 Alguna vez te preguntaron ¿cuántos seguidores tenías en tu ig? O ¿a cuántos seguías? Instagramers que buscan las maneras de aumentar sus seguidores, miles de sorteos usados para que etiquetes a tus amigos y así sumar más.
Conocidos, amigos de tus conocidos y gente que nunca viste en tu vida pero las tenes ahí por las dudas. Si hoy te preguntara, de todos ellos, quienes realmente te conocen más allá de una foto, cuando estás triste, feliz, quienes se alegran de tus logros. Con toda sinceridad,  ¿cuántos entrarían en la lista?
Filósofos a lo largo de la historia de la humanidad han sostenido que el hombre es un ser social por naturaleza, es decir necesita de otros para sobrevivir. 
Nos necesitamos uno con otros, aprender a relacionarnos con quien tenemos al lado. Eso sí, al tratar con personas, conocemos que tenemos diferencias con algunos y muchas similitudes con otros. Comenzas a darte cuenta que no en todos se puede confiar, que no a todos podes llamar amigos. Pero, ¿sabes qué? Tenemos el mejor ejemplo de amistad: Jesús. El mejor amigo por excelencia, quien amó siempre compartir tiempo de calidad con vos, quien dió su confianza, y nos acepta tal cual somos.  
En proverbios 18:24 dice: la persona que quiera amigos debe mostrarse amigo, y hay amigos más unidos que un hermano. 
Tener amigos es arriesgarnos, a que nos conozcan, a ser vulnerables, sin filtros, a dar nuestro tiempo. Tenemos que MOSTRARNOS amigos, preocuparse por el otro, escuchar, dar una oportunidad. Durante tu vida vas a conocer a cientos de personas, pero vos vas a decidir de quienes rodearte, quienes te suman, a quienes podés llamar amigos, que se vuelvan parte de tu familia y que sepas que su amistad es verdadera.

Te desafiamos en esta semana, a dejar un toque el celu de lado, y prestar atención a las personas que consideras tus amigos. Tomate una coca, unos mates, anda a un plaza, en la vereda de tu casa.
Te aseguro qué hay personas que lo valen, solo tenemos que aprender a ser buenos amigos con el mejor ejemplo que tenemos (Jesús) y buscar en los lugares correctos

jueves, 23 de mayo de 2019

EN EL HORNO !





¿Alguna vez te paso de sentirte tan bajón que crees que no se te va a pasar nunca? ¿Alguna vez le preguntaste a Dios “¿Por qué a mí?”?. Hace unos días yo estaba así. Fui ser super sincera con Dios y le conté TODO lo que estaba sintiendo. ¡Y a que no sabes! El Espíritu Santo me llevó a que leyera una historia de esas que son super conocidas. La verdad es que pensé “Bueeh, a esa ya me la sé! ¿Qué me vas a enseñar de nuevo?” Pero, consejo: nunca subestimes a Dios. 
Resulta que habían tres amigos viviendo en un país que no era el suyo. El rey de ese lugar decide construir una estatua re grande y ordena a todos que se arrodillen ante ella y la adoren. A lo que los muchachos le dicen que no, porque creían que eso no iba a gustarle a Dios. Entonces el rey, recontra enojado, le manda a sus hombres que los aten y los tiren adentro de un horno donde se fundían los metales! 
“Los jóvenes, en cambio, cayeron al horno atados.
Cuando Nabucodonosor [el rey] vio esto, se levantó rápidamente y les preguntó a sus consejeros: —Me parece que los jóvenes que echamos al horno eran tres, y los tres estaban atados. —Así es —respondieron los consejeros. 
—Entonces —dijo el rey—, ¿cómo es que yo veo a cuatro? Todos ellos están desatados, y andan paseándose por el horno, sin que les pase nada. Además, ¡el cuarto joven parece un ángel!” Daniel 3:24-25
Yo me imagino a estos pibes pensando “¿Por qué a mí?” mientras los estaban atando. El fuego de ese horno era tan fuerte que con solo acercarte un poco te podía matar. ¡Qué miedo! Pero…sabes lo que Jesús me dijo?: “Cuando ellos entraron al horno, estaban atados. Yo no permití que el fuego los lastimara, lo único que dejé que el fuego consumiera fueron las sogas que los ataban. Yo estaba con ellos en medio de ese horno. Y yo estoy con vos en medio de tu propio horno de fuego.” 
Amigo, amiga, no te desesperes. Jesús está quemando tus sogas, te está haciendo libre. Eso malo que crees que te está pasando tiene como propósito sanar tu corazón, formar tu carácter, acercarte más a Dios y a la vida que tiene para vos. Vas a ver que cuando pase el tiempo, y te toque salir del “horno”, ni siquiera te va a quedar olor a humo. Tu historia va a ayudar a muchos otros que van a pasar lo que hoy te toca pasar a vos. 
Hoy o mañana, acercate a alguien que ande en un momento difícil. Escuchá la voz de Dios para esa persona y dale una palabra de ánimo. Sé ese amigo/a que se mete en el “horno” de los demás y les hace saber que a Jesús ningún fuego le gana!